EQUADOR 2020: desafios e oportunidades

La crisis mundial por la pandemia del coronavirus o covid-19 afecta a todos los países del orbe, a unos en mayor o menor medida que a otros.

Ecuador tiene una economía dependiente de sus exportaciones petroleras, y de un puñado de productos como el camarón, banano, pescado y flores. También existe un importante nivel de ingresos por el turismo. La minería se encuentra en proceso de expansión.

Todas estas fuentes de ingresos se verán seriamente afectadas, con el agravante de que la moneda en Ecuador es el dólar, a diferencia de otros países que tienen monedas propias con las que pueden manejar sus déficits fiscales y hacer más competitivas sus exportaciones.

El país se encuentra sin duda ante un duro reto, en el que todos los sectores deberán actuar concertada y coordinadamente para encontrar la forma de mantener la economía a flote, y atender del mejor modo posible las necesidades de casi 17 millones de habitantes, en especial de los sectores de escasos recursos.

En tiempos de dificultades, los presupuestos de los estados se reducen y la inversión pública es una de las mayores afectadas. Considerando este hecho, es positivo poder mencionar que Ecuador ha venido haciendo esfuerzos por atraer la inversión extranjera, como una forma de seguir mejorando su infraestructura, aumentar su producción petrolera, ampliar su capacidad de generación de energía y desarrollar ciertos proyectos estratégicos.

Ante una contracción de sus ingresos, el Estado tiene por delante el reto de usar los recursos que escasean de un modo aún más eficiente. Una forma de ir hacia ese objetivo es profundizar los esfuerzos para un combate estructurado, sistemático y radical a la corrupción, que se debe plasmar en un conjunto de planes y acciones que permitan un mejor funcionamiento del aparato estatal.

El sector privado, por su lado, deberá desarrollar grandes esfuerzos para asimilar el duro golpe que deje la pandemia. Muchos negocios desaparecerán, y otros deberán reconvertirse y reinventarse. En circunstancias así, resulta de vital importancia algunos de los servicios que CONEXIG se propone ofrecer a los empresarios ecuatorianos.

Con seguridad, se profundizará la corriente de tecnologización y automatización de procesos, y la creación de más servicios virtuales y remotos, para reducir las necesidades de movilización de la gente. El teletrabajo ha llegado como alternativa en la emergencia, pero se quedará ocupando un creciente espacio en las organizaciones.

Ante los efectos positivos que han tenido las restricciones de movilidad, con una evidente reducción de la polución, el consumo de combustibles fósiles en el mundo entero seguramente inicie el irreversible camino descendente que estaba pronosticado para un par de décadas después.

En este entorno, los proyectos de corte tecnológico cobrarán mayor relevancia. La tecnología seguirá siendo el vehículo para facilitar y simplificar la vida de la gente.

Lo ambiental seguirá también cobrando cada día mayor importancia. Muchos proyectos dentro de esa esfera se diseñarán y ejecutarán, bajo la premisa de que el mundo no puede seguir por el camino del irrespeto al hábitat.

La economía circular elevará su protagonismo; las “Tres R” del tratamiento de residuos (reducir, reutilizar, reciclar), se convertirán en una práctica diaria a nivel de municipios y “gobiernos autónomos descentralizados”.

Luego de comprobar el alto nivel de impacto que puede tener un virus como el covid-19, la bioseguridad se convertirá en norma esencial para el desenvolvimiento de muchas actividades.

En ese proceso de transformación y reconversión empresarial, será de vital importancia contar con programas de compliance, que fijen el marco adecuado para el logro de resultados integralmente positivos, considerando no solamente los objetivos empresariales sino también las aspiraciones y anhelos del personal, en un entorno de compromiso y responsabilidad social.

Las empresas dejarán de tener como único objetivo el máximo lucro posible para sus propietarios, y deberán satisfacer distintas demandas de la colectividad.

Serán tiempos de cambios profundos e impensados. La adaptabilidad de las organizaciones será el factor clave para su supervivencia y “reacomodo” dentro del nuevo entorno.   

El Ecuador, como parte de un mundo globalizado, dará un giro a muchos enfoques y seguirá las tendencias que se generen, en la medida de sus posibilidades. En Ecuador está afianzándose una nueva consciencia colectiva, que con seguridad dará como frutos muchos proyectos ecológicos sustentables, e iniciativas que captarán la atención de la comunidad internacional. En ese contexto, CONEXIG aspira a ser un apoyo efectivo para hacer realidad esos proyectos.

Serán tiempos de cambios profundos, incluyendo seguramente el marco legislativo, reglamentario y normativo. Esos procesos deberán tener el acompañamiento adecuado, y las consultorías tendrán un espacio protagónico.

Difícilmente quede algún ámbito intocado en este proceso de transformación. Algunas empresas se encuentran ya en ese camino, y con seguridad se unirán muchas más.  Una nueva sociedad será dada a luz, cuando esta pandemia sea finalmente derrotada, y CONEXIG está lista para ser parte protagónica de esa nueva sociedad ecuatoriana.

FELIPE A. ISORE GUTIERREZ
FOUNDER & MANAGING PARTNER

EDMUNDO VERA RODRÍGUEZ
COUNTRY DIRECTOR ECUADOR

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NOTA: Este artigo foi escrito apenas em espanhol